Las Carillas son láminas muy delgadas de porcelana o resina que se cementan a los dientes anteriores y que permiten devolver la estética. Las carillas se utilizan generalmente en los dientes anteriores y se indican en los siguientes casos:
Mejorar cambios de color que puedan presentar los dientes
Desgaste de los dientes (se debe estudiar el motivo)
Corrección de mal posiciones leves
Cierres de diastemas (espacio entre dientes)
Fracturas pequeñas de piezas dentarias
Aumentar el tamaño de dientes pequeños (dientes en grano de arroz)
Imagen N°1: Paciente con diastemas, y luego rehabilitado con carillas (tomado de Dentisalut.com)
Las carillas de porcelana tienen la ventaja de que el color es más estable a largo plazo, y que no sufren desgaste. Para realizarlas se hace un pequeño desgaste en el esmalte de los dientes y se toma un molde para que el laboratorio las pueda confeccionar. En una cita posterior se ajustan y se cementan de forma definitiva.
Imagen N°2: tallado del diente para recibir una carilla
Para permitir que estas tengan una larga duración el paciente debe seguir ciertos cuidados:
No morder lápices
No comerse las uñas
Idealmente utilizar plano de relajación nocturno
Cepillado habitual y uso de seda dental
Acudir a los controles.
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